CAMBIOS PARA QUE EL PAN SIGA EN EL PODER EN EL 2012
No hay que ser un politólogo consumado, simplemente hay que empezar a analizar los cambios que realizó en su gabinete el Presidente de México, Lipe Calderón, para demostrar su posicionamiento como dirigente de su partido y proceder a utilizar la estrategia política para lograr mantener en el 2012 al PAN en Los Pinos.
No existe intención de mejorar las tareas de su gobierno, el destape por los partidos de izquierda de Alejandro Encinas con rumbo a la elección del 2011 en el Estado de México, fue una puñalada certera que ubica al Partido Acción Nacional de antemano en la antesala de la tercera fuerza política en el país y así no podrá mantener este organismo su poder en la Presidencia de la República.
Un ex secretario de Comunicaciones y Transportes como Juan Molinar Horcacitas, cuestionado no solo por su salida de la dependencia y su inclusión al Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional, lo ubica como un operador político que vendrá a dificultar el diálogo con el resto de los actores en la contienda electoral.
La integración de Molinar Horcacitas de tiempo completo a las tareas de la dirigencia nacional del PAN es debido a que es un académico importante en materia electoral, fue Consejero del Instituto Federal Electoral y tiene dominio pleno de lo que son los procesos electorales
Calderón ya inicio a posicionar a sus operadores políticos como lo demuestran estos cambios incluso uno de sus “protegidos” como es Roberto Gil, su designación viene a resarcir cualesquier pugna después de la elección interna del PAN en donde se eligió al líder nacional, reincorporándolo a su equipo de cercanos colaboradores.
Luis Felipe Bravo Mena será el sacrificado al ser ungido candidato del blanquiazul a la contienda a la gubernatura en el Estado de México, en donde tiene poca o nula posibilidad de ganar las elecciones del 2011 tal y como sucedió en 1993.
Estos cambios no parecen, son estrategia de campaña rumbo al 2012 y dado el conocimiento de Juan Molinar Horcacitas, quien fuera clave en la campaña del miedo emprendida en el 2006 en contra de Andrés Manuel López Obrador, podría repetir el mismo sistema, aunque ahora seria menos creíble.
Calderón acomoda sus fichas en el tablero luego de que iniciaran ha hacerlo el PRI y los propios partidos de izquierda pero el golpe más duro sin duda, tuvo que soportarlo por la caída de la construcción de la pretendida y añorada alianza que se derrumbó con la designación de Alejandro Encinas luego de que él conjuntamente con el PAN y el PRD encabezado por Jesús Ortega, construían la posibilidad de un candidato en común.
Los cambios de gabinete fueron sopesados desde diciembre pasado por Lipe Calderón, analizó durante sus “vacaciones decembrinas” como recomponer la estructura de las bases para apuntalar las campañas futuras y poder mantener, al menos en la Presidencia de México, a su partido y con la alianza entre el PAN y los partidos de izquierda dar un avance importante en la contienda del 2011 donde gobierna Enrique Peña Nieto.
Pero sus decisiones y reacomodos en su gabinete cuando mucho generaron minimizar en parte el registro de Humberto Moreira Valdés a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional y cuyo organismo bajo la batuta del Bailador ha cambiado su discurso que lo hace ver como un “madreador político”. O no.
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